16 de Octubre de 2013.
Por: Diana Martínez
Así lo señala un diagnóstico que realizó la asociación civil Estudios y Estrategias para el Desarrollo y la Equidad sobre la perspectiva de género en el Poder Judicial capitalino.
Para realizar este diagnóstico se realizó una encuesta a 744 empleados del órgano judicial capitalino, de los cuales 402 son jueces y magistrados del ámbito penal, familiar y civil, y el resto de áreas administrativas.
También se realizaron grupos focales y se entrevistó a detalle a algunos magistrados y jueces con el fin de conocer las estrategias para incorporar la perspectiva de género.
Fabiola Zermeño, coordinadora del estudio, aseguró que las impartidoras de justicia del TSJDF se ven obligadas a actuar con mayor rudeza para ganarse un lugar.
"Las mujeres en los Tribunales viven con muchísima presión, hay descrédito", explicó.
"Las mujeres como juezas son vistas bajo sospecha, porque se considera que imparten justicia emocionalmente, son más emotivas, histéricas, menos racionales, menos frías, y esto consideran que va en contra de la labor jurisdiccional".
Aunque hay más mujeres que hombres en el Poder Judicial local, éstas laboran en áreas de menor jerarquía.
"Sí hay más mujeres, el asunto es que las mujeres están sobre representadas en los puestos de menor nivel jerárquico y están sub representadas en los puestos de mayor nivel jerárquico, ése es un problema muy grande", alertó Zermeño.
El estudio, que se realizó en 15 Tribunales estatales, señala que las juezas están sometidas a estrés por suz horarios tan amplios y sus obligaciones familiares.
Zermeño señaló que las juezas enfrentan problemas similares a los de las reclusas, como el miedo a ser abandonadas por sus familias.
"Teniendo posiciones muy distintas comparten un mismo problema, las juezas se preocupan porque las cambien de juzgado y no tienen la certeza de que las van a seguir sus familias: 'Mi marido no se va a ir conmigo'.
"Y lo mismo les pasa a las mujeres reclusas y a los hombres no, lo reclusos siguen siendo visitados", comparó.