Alfredo Méndez. Periódico La Jornada

El Consejo de
la Judicatura Federal (CJF) “no ha cumplido con su misión de prevenir
la corrupción de sus jueces” y “sigue siendo un club de amigos” que
solapa las irregularidades de los juzgadores a su cargo, coincidieron
dos agrupaciones de juristas.
La Jornada publicó en su edición de
ayer informes estadísticos del CJF que señalan que en los cinco años
recientes ese órgano administrativo y disciplinario del Poder Judicial
Federal (PJF) sólo ha destituido de manera definitiva a seis jueces de
distrito y a dos magistrados de circuito por conductas indebidas, aunque
en ese periodo se han presentado ante la Judicatura al menos 2 mil 300
quejas contra juzgadores de primera y segunda instancias.
La gran
mayoría de las quejas administrativas son desechadas desde un principio
por notoria improcedencia, debido a que únicamente se presentan con el
propósito de modificar el sentido de alguna resolución que no haya
favorecido a la parte quejosa.
No obstante, incluso cuando se han
comprobado conductas graves, el órgano regulador de jueces y magistrados
ha optado por sanciones más leves, como suspensión o cambio de
adscripción.
Entrevistados por separado respecto de los
informes del CJF, los presidentes del Colegio Nacional de Abogados
Penalistas y de la Unión Nacional de Juristas de México, Jorge Reyes
Peralta y Eduardo Miranda Esquivel, respectivamente, sostuvieron que las
estadísticas elaboradas por la Judicatura no concuerdan con la realidad
de un país, donde “no son pocos los jueces corruptos, negligentes,
burócratas y de consigna”.
Reyes Peralta, abogado originario de
Veracruz, dijo que “es increíble que en un universo de quejas, según las
estadísticas que maneja el CJF, se haya sancionado a sólo ocho
juzgadores. Consideramos que finalmente ese órgano administrativo y
disciplinario del PJF sigue siendo un club de amigos, ya que tienen
distintos raseros para resolver las quejas y no todos se apegan a la
normatividad”.
El experto en derecho penal citó como ejemplo de su
opinión el caso concreto de la juez quinta de distrito en Veracruz,
María Elena Suárez Préstamo, contra quien se presentó una queja
administrativa: “el CJF resolvió que ella emitió una resolución
contraria a derecho, pero lo único que se hizo fue una amonestación,
cuando la Judicatura debió revocarla de su cargo.
“Como ese caso
existen muchos, y seguimos cuestionando del CJF sus métodos de selección
de jueces y magistrados, pues se sigue beneficiando a los parientes,
dejando fuera a verdaderos juristas”, destacó Reyes Peralta.
De su
lado, Eduardo Miranda Esquivel sostuvo que la mayoría de quienes
encabezan el PJF y el CJF “forman parte de ese grupo de mafiosos que
monopolizan el poder”.
Añadió que “es necesario que se persiga a
magistrados y jueces prepotentes y deshonestos para sanear y darle
credibilidad al PJF, pero es indispensable que se haga de manera
transparente, con apego a la legalidad y con las pruebas que lo
justifiquen, para no incurrir en actitud frívola como la del presidente
Felipe Calderón, que arremete parejo y manera general en contra de los
juzgadores, dañando aún más su frágil imagen pública”.
Fuente:
Rodrigo Iván Martínez Rodríguez.
Blog de RJ Carro Editorial SA de CV