De la entrevista sostenida entre Gerardo Garay Cadena y Carlos Loret, se advierten algunos aspectos que no podemos dejar analizar y comentar.
“Justicia pronta y expedida”
Desgraciadamente es una constante en nuestro sistema de impartición de justicia que las personas que atraviesan por un juicio de carácter penal por delito grave, suelen ser procesos sumamente largos y engorrosos, que en la mayoría de los casos hablamos de años, y peor aun cuando las personas procesadas no han renunciado a lo términos señalados en la ley.
“Irregularidades convertidas en licitudes”
De igual manera es muy fácil integrar una averiguación previa y someter a una persona a proceso penal en base a simples dichos (pruebas presuncionales); es decir se ha dado a los Ministerios Públicos un “cheque en blanco” para acusar a cualquier persona; situación que jueces le dan todo el valor probatorio e incluso coadyuvan con la autoridad ministerial contrario a ser imparciales, siendo omisos de las pruebas aportadas por la defensa del inculpado y no menos importante que no consideran en lo más mínimo la penosa constante de violación a garantías individuales, al debido proceso así como de derechos humanos.
“La seguridad esta garantizada”
Este es un caso excepcional en el que una persona interna en prisión diga que la seguridad esta garantizada, toda vez que la realidad para una persona común en el momento de ser encarcelada es la diferencia abismal (Link: Presos de México claman al mundo JUSTICIA)
Antecedentes del Caso (Video)
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